Estudio demuestra la efectividad del vapeo para dejar de fumar

Las evidencias científicas las hay a montones, solo faltan las ganas de querer verlas

Eurispes (Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales. Italia): el 66% de los fumadores consiguen dejar el tabaco gracias al e-cig.

“La cifra de Eurispes refleja a grandes rasgos lo que ha estado ocurriendo en nuestros centros libres de humo durante años. A pesar del alarmismo difundido incluso por las organizaciones de salud más prominentes, el hecho sigue confirmando que las nuevas tecnologías libres de combustión que contienen nicotina ayudan a los fumadores a dejar de fumar” – por lo que el Prof. Riccardo Polosa, fundador del Centro de Investigación para la Reducción de Daños por Humo de la Universidad de Catania (CoEHAR), acaba de comentar los datos publicados por el Informe Eurispes “Fumar: nuevos productos y reducción de daños” presentado hoy en Roma.

En la encuesta, en la que participaron 1.135 fumadores italianos, se examinaron los hábitos y opiniones de los fumadores en relación con el tabaquismo, sus repercusiones en la salud y el desarrollo y la difusión de alternativas a los productos tradicionales. El 53,7% de las personas entrevistadas han fumado durante más de 10 años. Alrededor de la mitad consume más de 10 cigarrillos al día, el 15,2% más de 20, el 33% de 11 a 20. Al preguntarle sobre el deseo de dejar de fumar, sólo el 9% dice que quiere hacerlo dentro de seis meses; el 18,3% no tiene intención de dejar el “vicio”; el 26,6% “debería pero no quiere”; el 28,5% “debería pero no piensa que tendrá éxito”; el 17,6% “lo haría pero no pronto”. Sin embargo -señalan los expertos de Eurispes- la encuesta revela “una fuerte voluntad y la necesidad de estar informado sobre las posibles consecuencias del tabaco”.

A la pregunta: “Si se demostrara científicamente que hay productos de tabaco menos perjudiciales que los tradicionales, ¿querrías saber sobre ellos?”, el 82,8% respondió afirmativamente. Además, la mayoría de los fumadores estarían dispuestos a cambiar su producto habitual por otro menos nocivo para la salud: el 17,8% lo haría “definitivamente”, el 43,9% “probablemente”, mientras que uno de cada diez “definitivamente” no estaría dispuesto y el 28,5% “probablemente” no.

Eurispes también sondeó las opiniones de los italianos sobre el papel que debe desempeñar el Estado. Los encuestados afirmaron que, si se demostrara científicamente que existen productos menos nocivos que los productos de tabaco tradicionales, el Estado “debería permitir que los ciudadanos se informen” (86,7%), “realizar directamente campañas de información específicas” (77,6%), “incentivar esos productos desde el punto de vista fiscal” (71,1%), “incentivar esos productos desde el punto de vista reglamentario” (59,8%).

“En la muestra utilizada, el 66% de los usuarios declararon que habían dejado de fumar por completo. El fenómeno del doble uso se limita a sólo el 6%. Estos son datos reconfortantes que supongo que son el resultado del acoplamiento óptimo consumidor – producto, típico de la población objeto de la entrevista – añadió el Prof. Polosa -. Muchos de los vaporizadores también declaran confiar en su médico de cabecera para los problemas relacionados con el tabaquismo y es ayer la noticia de que incluso Australia, adaptándose a las políticas sanitarias del Reino Unido, a pesar de una hostilidad histórica, ha incluido el ecig en la lista de instrumentos que los médicos pueden recomendar para ayudar a los que no pueden dejar de fumar. Nunca es demasiado tarde. Esta podría ser también una buena oportunidad para que nuestras autoridades sanitarias miren con renovado optimismo estas tecnologías para salir victoriosas en la lucha contra el tabaquismo y dar inicio a una extraordinaria oportunidad de salud pública”.

Fuente: Grupo NR3

 

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