Dejar el cigarro tradicional (Tabaco) es una gran tarea, el sustituirlo por el vaper es una idea que muchos tienen para cambiar su hábito.El dejar de fumar es uno de las metas principales de muchas personas, se hacen a principio de año, cuando se busca mejorar la condición física, para evitar problemas de salud o cuando ya se tienen. Sin embargo, hay quienes ven el vap o vaping como una alternativa para cesar en el consumo de tabaco en cigarros, exploraremos qué tan posible y positivo es esto para nuestro cuerpo.
¿Qué es vapear, vapeo o vaping?
Los cigarrillos electrónicos son aparatos que se usan para fumar. Estos dispositivos utilizan unos cartuchos llenos de un líquido que contienen volúmenes de nicotina, saborizantes y sustancias químicas. Este líquido se calienta y se convierte en un vapor, que la persona inhala. Por eso, consumir cigarrillos electrónicos recibe el nombre de “vapear” (por la vaporización de esta sustancia).
“Todavía hay quien dice que vapear es peor que fumar. Peor que fumar no hay nada”
Mucha gente se sigue preguntando si el vapeo es mejor, igual o peor que el tabaco de toda la vida. Hemos hablado con un oncólogo para que nos solucione estas dudas

Andamos varios años a vueltas con un debate recurrente: ¿es el vapeo una alternativa al tabaco tradicional? ¿Es más perjudicial? ¿Menos? ¿Igual? ¿Puede servir para dejar de fumar? ¿Qué normativa debería existir en España en torno a esta práctica?
Fernando Fernández Bueno, cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla y miembro de la Plataforma por la Reducción del Daño por Tabaquismo, no solo es un defensor del vapeo sino que además lo emplea con algunos de sus pacientes. En su opinión, se debe fomentar esta práctica entre aquellos que no quieran o puedan dejar de fumar.
“Si 40 pacientes no consiguen dejar de fumar, no puedo dejarlos tirados. Si siguen fumando, que sea algo que reduzca el daño”
¿Qué sustancias dañinas tiene el vapeo?
Que se haya demostrado que producen daño ‘per se’, sobre todo, las derivadas del calentamiento de estos líquidos, pero están tan disueltas en el calor producido que su incidencia es casi un 1% de su presencia en el aire de una ciudad grande como Madrid. Por tanto, cuando haces una fotoespectometría y visualizas los productos de degradación de la vaporización, aparecen, pero están en tal cantidad que, hoy en día, no producen ningún daño crónico ni agudo sobre la salud.
Así que, científicamente, no se puede decir que es un producto inocuo, pero sí que es muchísimo menos dañino que fumar, como poco un 95% menos dañino que el tabaco o cigarro convencional.
¿No es un punto de vista frívolo? Sea o no menos perjudicial que el tabaco de toda la vida, el vapeo no es inocuo, contiene sustancias nocivas…
Dentro del contexto de reducción de daños, no es frívolo, porque los especialistas que abogamos por esa reducción de daños lo utilizamos con los pacientes que no pueden dejar de fumar con los métodos tradicionales. Es exactamente lo mismo que usar la metadona con los pacientes adictos a la heroína: la metadona también es un opiáceo, pero es mucho menos dañina.
La reducción de daños está incluida dentro del concepto médico. Por ejemplo, cuando damos quimioterápicos a pacientes con cáncer, esos quimioterápicos tienen efectos secundarios, pero evitan el daño de morir a causa del cáncer. El concepto de reducción de daños implica que, en los pacientes en que el daño va a estar muy limitado, podemos usar estos productos que, a día de hoy, no han producido enfermedades graves.
¿Es inocuo? No. Pero si yo tengo 100 pacientes y 40 no han conseguido dejar de fumar con parches de nicotina, con chicles, con medicación, con sus propios medios… Yo no puedo dejarlos tirados. Si siguen fumando, al menos vamos a ofrecerles un producto que les reduzca el daño. Se puede y se debe utilizar. Porque el vapeador o el vapeo se puede usar de dos formas, como sustitutivo del tabaco y por tanto con la consecuente reducción de daños, pero también como herramienta para dejar de fumar, ya que muchísimos pacientes han conseguido dejar de fumar con el vapeo y posteriormente dejaron de vapear.

Médicos españoles reclaman una modernización de las políticas de tabaquismo
El 34% de la población española de 15 a 64 años fuma a diario, según datos del Ministerio de Sanidad. Se trata de una cifra similar a hace dos décadas pese a las políticas antitabaco impulsadas desde hace unos años. Con el objetivo de contribuir a reducir los altos índices de tabaquismo en España, médicos y científicos de la Plataforma para la reducción del daño por tabaquismo han presentado el primer ‘Libro Blanco de reducción de daño por tabaquismo’. Una propuesta con la que reclaman una modernización de las políticas de tabaquismo. Los expertos reunidos en la presentación del Libro Blanco han insistido en la necesidad de ir más allá de las iniciativas de prevención y cesación, que hasta el momento no han conseguido que 4 millones y medio de españoles dejen de fumar, según estimaciones de la plataforma. Aunque estas medidas, según los expertos, son imprescindibles no son las únicas. Entre las medidas que se proponen están la formación específica para profesionales sobre las alternativas de menor daño, la implantación de programas piloto de reducción de daños en centros de salud o la promoción de investigaciones científicas. Los expertos señalan, además, que los cigarrillos electrónicos deberían ser una opción válida para reducir los daños por tabaquismo, ya que es el humo el que causa mortalidad. Países como Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Suecia o Canadá han impulsado con éxito medidas de reducción de daños, según la Plataforma, por lo que animan a las autoridades españolas a implantarlas para alcanzar el objetivo de una España libre de humo en 2030.
¿Puede el vapeo ser un primer paso para dejar de fumar?
Para mí, indudablemente SI. Está dirigido a pacientes que no quieren dejar de fumar o que, habiendo revisado otras terapias, no consiguen dejar de hacerlo.
¿Qué medidas cree que se deberían tomar en España en torno al vapeo?
La primera de todas, informar a usuarios, médicos y enfermeros sobre qué ofrece el vapeo, cuáles son los elementos que contiene y a qué pacientes se podría recomendar para que consigan dejar de fumar. En segundo lugar, evitar la demonización. Yo todavía me sigo encontrando a gente que dice que vapear es peor que fumar. Peor que fumar no hay absolutamente nada. A partir de ahí, ya podemos legislar de otra manera, pero la información es clave y debe ser clara, concisa, veraz y contrastable.
En los últimos meses se han generado una serie de noticias en torno a las herramientas de reducción del daño por tabaquismo que han contribuido aún más a la enorme confusión que existe en torno a ellas. Por eso, la Plataforma lanza la campaña informativa Hablemos alto y claro.
Josep María Ramon Torrell, Jefe del servicio de Medicina Preventiva y de la Unidad de tabaquismo del Hospital Universitari de Bellvitge.
Aunque YouTube bloquee la visualización del video en el Blog, es muy interesante la entrevista del Doctor Josep a pie de calle.
Pincha en el video para verlo
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